En el Lope de Vega hemos descubierto que
nuestras emociones son entrenables como un músculo y que podemos enseñar a los
niños autocontrol, optimismo, alegría, serenidad… y que estas emociones tienen
un impacto brutal sobre su inteligencia, porque un niño estresado, un niño
triste, aprende mucho peor que un niño que está emocionalmente en paz; sobre su
salud física, las emociones dejan una huella en el cuerpo, esto es también
importantísimo.
Y por eso
pensamos que es tan importante educar las emociones en los niños, porque educar
una parte… es educar su cerebro entero.
Las
emociones son invisibles, pero se contagian como un virus. ¿Sabías que estás programado
para contagiar tus emociones a los demás y para contagiarte de las emociones de
quienes te rodean?
Haz un contagio positivo con todos tus
compañeros